El equinoccio es un fenómeno astronómico en donde el día tiene la misma duración con la noche. Para los Mayas, cada 21 de marzo era importante, porque marcaba en la primavera, el ciclo de preparación para la siembra. Era una fecha en que astronomía, matemática, cronología, religión, agricultura y arquitectura confluían, ya que en el diseño de sus ciudades y espacios, incorporaban ese elemento, muchos de sus edificios fueron construidos para celebrar esa fecha, en la que Kukulcan Quetzalcoat baja a la tierra a bendecir los esfuerzos de hombres y mujeres para el cultivo, especialmente del maíz, ejemplo de ello es el Castillo de Chichén Itza, donde todavía se puede apreciar visualmente, cada 21 de marzo, la fusión del cielo con la tierra. Es decir el 21 de marzo era una fecha cultural.
Los recientes Convenios ratificados por El Salvador en el 2012: (i) Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Innmaterial, y (ii) de la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad y Expresiones Culturales, publicados en el Diario Oficial del 10 de julio de 2012, reconocen que, los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo son ámbitos de patrimonio cultural intangible, pero que en la práctica se vuelven tangibles, por esa misma tendencia humana de plasmar en la materialidad, aquello que se concibe desde la inmaterialidad, tal es el caso del ejemplo de Chichen Itza.
Honduras cumplirá un año de haber ratificado el PROTOCOLO DE NAGOYA SOBRE ACCESO A LOS RECURSOS GENÉTICOS Y PARTICIPACIÓN JUSTA Y EQUITATIVA... <leer más>
"Si no luchas, ten al menos la decencia de respetar a quienes sí lo hacen"
Por José Martí